“Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, en los dos casos tienes razón”, dijo alguna vez Henry Ford. La famosa frase del fundador de Ford Motor Company deja en claro una cosa: que no podemos ignorar el poder que tienen los pensamientos cuando se trata de alcanzar el éxito.

Se calcula que tenemos alrededor de 70,000 pensamientos por día, es decir, 70,000 oportunidades de avanzar o de auto boicotearnos. Cuando dudamos de nuestros talentos o capacidades, sentimos culpa por no haber logrado un objetivo o no podemos tomar una decisión, nuestra productividad en la empresa se ve afectada. Incluso nuestro bienestar emocional está en riesgo.

La buena noticia es que, si los pensamientos negativos empiezan a dominarnos, podemos hacer algo al respecto. El primero paso es reconocerlos, y luego empezar a practicar algunos de estos ejercicios.

Conéctate con tus Emociones

Debido a las presiones laborales, sociales y de emprendedores, a la mayor parte de las personas les cuesta reconocer lo que realmente sucede en su interior. Tómate al menos media hora por día para estar en silencio y reconocer esos sentimientos que pueden terminar afectando tu conducta. ¿Estás entusiasmado por tu nuevo reto? O por el contrario, ¿sientes angustia? Técnicas como la respiración y la meditación son muy útiles para trabajar en nuestra paz mental.

Piensa en Soluciones Concretas y Actúa

Ante un problema, muchas personas se paralizan y pueden pasar semanas dando vueltas alrededor de posibles salidas. Pero son incapaces de llegar a una idea concreta y de tomar acción. Esto significa además de una pérdida de tiempo, provocar un alto nivel de angustia cuando se suman la negatividad y las predicciones catastróficas. Si llegas a este punto, busca el consejo de una persona en la que confíes y avanza.

Usa la Lógica

Como emprendedor o empresario, tendrás que tomar muchas decisiones difíciles acerca de tu negocio o tu equipo. Aunque siempre es necesaria una cuota de intuición, y con los años ganarás experiencia, lo más importante es recurrir al pensamiento racional. Por ejemplo, si tienes que elegir entre dos locales comerciales, una herramienta muy útil es hacer una lista con los pros y contras de cada opción.

Practica el Equilibrio

En general, cuando nos va mal somos demasiado críticos con nosotros mismos. En cambio, cuando tenemos éxito podemos perder el piso y sentir que nada podrá detenernos. La realidad está en un punto intermedio, en el que somos seres humanos con potencial para el éxito, pero también capaces de cometer errores. Confía en ti mismo y sé paciente cuando no alcances alguna meta, además considera que los fracasos pueden ser los mejores maestros.

Sé Agradecido

La gratitud es una práctica que puede traerte estabilidad emocional y hacerte más feliz. Adopta un hábito que te permita reconocer lo bueno que sucede en tu vida. Por ejemplo, puedes escribir una lista de las cosas más lindas que te pasaron en el día antes de irte a dormir. O pedir a cada miembro de tu familia que comparta sus experiencias positivas a la hora de la cena. Ésta es una de las maneras más efectivas de entrenar tu cerebro para el éxito.

Fuente: mipropiojefe.com

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